Ya sé, esto no es tan fácil como creías y no ves el final pero te aseguro que sí, que llegará.
Pero no te voy a engañar, esto es una maratón en toda regla, ríete tú de las olimpiadas.
A ti, que de por sí ya la vida no te da para más, con el trabajo, las rutinas del día a día , sacar tiempo para vosotros, ver a la familia…
¿Cuánto os cuesta hacer una quedada con los amigos de siempre? ¡¿Cómo lo hace el resto?!
Lo que si te digo es que todo pasa y solo recuerdas lo chulo. Que si, de verdad. Yo me voy a encargar de eso, de los recuerdos chulos.
Ya sé que esto de buscar tantas cosas te está rompiendo la cabeza. Parece que google lo tiene todo, pero a la vez te dice tantas cosas que no sabes por donde tirar. Miras, preguntas, mandas un mail aquí, a ver lo que te dicen allí… y luego tu prima Paqui, que se casó el año pasado y te quiere organizar la boda. No sabes cómo pero te has convertido en una concursante del Gran Prix. El estrés está ahí, mandándote mensajes de que suscribas a su podcast, acechando como un ladrón que quiere robarte la paz. Y ese día lo último que necesitas es a un extraño, sí, sí, un malaje con una cámara que te persiga poniéndote más de los nervios.
Tú lo que quieres de verdad es que todo salga bien y darte esa fiesta que te mereces, que os merecéis. Que habéis pasado por muchas cosas y la vida no siempre os lo ha puesto fácil. Así que ha llegado el momento de darse una alegría.
YO TAMBIÉN LO TENGO CLARO
El objetivo es juntar a todos los que os quieren de verdad, esos que se alegran y están ahí. Tú sabes de sobra quienes son, esos no pueden faltar, no van a faltar, y que disfruten y que se lo pasen bien. Que no nos falte de ná, como decía la canción (¿Tú también has empezado a cantarla en tu cabeza?).
NO TIENES QUE EXPLICÁRMELO, SÉ DE LO QUE HABLAS
Cuando todo pase querrás recordarlo, y revivirlo una y otra vez: las sonrisas, las sorpresas, los abrazos y los brindis.
Y ese es mi objetivo final. El día de tu boda será una montaña rusa de emociones, y necesitarás pruebas visuales para recordar que fue real.
Que cada pareja es un mundo lo tenemos claro todos, y cada boda también, eso es así. Ni tu boda será como la de tu prima Paqui, ni como la de tu amiga ni mucho menos como la de tus padres. Buscas hacer las cosas a tu manera y que eso se refleje en las fotos. De que nada se pierda, de detalles.
–Porque tengo más de 100 bodas a mis espaldas como fotógrafo y he visto de todo. (¿Te he dicho que algún día escribiré un libro?) Esto me ha hecho saber resolver todas las situaciones que te puedas imaginar. Tanto fotografías como de situaciones que se han dado a mi alrededor. Tengo un master en cuñados, suegras y otras especies por clasificar.
– Porque también me he casado y sé el lío que es y lo que cuesta. El esfuerzo, los nervios y todo lo que conlleva. Pero también soy padre, de mellizos, nada menos, y entiendo que necesitas que te pongan las cosas fáciles para poder compaginarlo todo, porque la familia es muy importante y necesitas hacer fluir todo. No tienes que pararte a contarme que la vida no te da, ni explicarme que los WhatsApp no siempre los puedes contestar al minuto, incluso que a veces se te pasa contestar…
– Porque sé que necesitas a alguien que te escuche, te entienda, que esté ahí apoyándote en ese día tan importante y que tu familia y amigos se sientan a gusto conmigo y estén cómodos en tu boda. Y que pueda ofrecerte lo que estás buscando, sin venderte humo o explicarte cosas que realmente no te interesan.
– Y porque sé que cuando todo fluye, las fotos son perfectas, así, sin varita mágica ni calabazas que se conviertan en carrozas. Sin todo eso también saldrá todo perfecto, estoy seguro.
"Lo más importante en vuestra boda es disfrutar, de cazar recuerdos ya me encargo ys".
– Fotos que cuentan una historia: La vuestra. Sin pamplinas. Todos los detalles, las sorpresas y las sonrisas. Si no, ¿para qué estás tú organizando esto?
– Lo que quieres: Así, sin más. Escucharte y que tengas esas fotos que te encantan,
y añadir a la experiencia lo que se adapte a ti sin que nada te fuerce a contratar lo que no quieres: álbum, preboda, postboda, solo la boda… Todo es bien.
– Una experiencia libre de estrés: Porque ya tienes suficiente con lo demás. Yo me
encargo de que todo fluya y de capturar esos momentos que querrás revivir una y otra vez.
–Un enfoque humano y cercano: No solo soy un fotógrafo, (Batman también tiene una vida) , soy tu aliado, parte de tu equipo. Aportar tranquilidad y ayuda si es necesario. Dar shera y pulir shera.
– ¿ Puedes contratar video ? Por supuesto ¿ Álbum ? Claro ¿ Y preboda y/o postboda ? Sí, no lo dudes. Personaliza lo que quieres sin que nadie te coma la oreja. Esto es para tí y como tú lo quieres. Pienso que cada pareja tiene que tener toda la información de todo para poder tomar la mejor decisión. No hay que ponerle puertas al campo.
–Facilidades de Pago: Porque hoy en día cuesta mucho hacer la compra en el Mercadona eso no puede ser el motivo por el que no tengas las fotos que quieres y mereces del día de tu boda.
– Coartada: Y si en el último momento sientes el impulso de salir corriendo como si no hubiera un mañana, tranqui, llevaré el depósito lleno y no pararemos hasta la frontera. ¿Qué frontera? La que sea, hasta esto saldrá bien, estaré contigo.
"TE TOCA SER FELIZ".
Lo importante:
¿Qué dicen de mí? ¿Este tío trabaja bien?
¿Quién está detrás de Las fotos de Ulises?
¿Te preguntas quién diablos es Ulises y por qué me llamo Enrique? Normal, mi madre tampoco lo entiende, pero me ha cogido cariño y soy su hijo. La respuesta fácil es que soy un flipao de la cultura clásica, para la explicación larga es imprescindible la terracita de un bar.
Lo importante: me llamo Enrique, soy libra y me gusta la pizza con piña (ya te dije que tengo mi pedrá). Mi vida ha cambiado desde que soy papá de mellizos, (sé lo que estás pensando, no, no nos aburrimos), vivo tratando de adivinar cómo hacer para congelar el
tiempo… ¡crecen demasiado rápido y sin permiso! Me encanta el olor a azahar cada primavera, el color naranja del otoño, las siestas con mi perro, el mar, el carnaval de Cádiz y que me pirro por los sabores a canela y anís. Disfruto conociendo personas, soy una persona abierta, creativa y un optimista empedernido.
Ahí es ná. Y sí, soy un cazarecuerdos de boda profesional empuñando mi cámara, plantándole cara a la memoria.
¡ Escríbeme !
Y si después de todo esto te he arrancado alguna risa, has sonreído al menos, no te sujetes las ganas y charlemos un rato, ya verás como te merece la pena conocer a este tío tan salao. Al fin y al cabo, como dicen en los concursos de la tele… hemos venido a jugar… A ver qué pasa…
Ojo, fotógrafo de bodas en Sevilla capital y más allá. España no se acaba en el mar, hay más barcos pa´seguir, como dirían martes y trece. Sí, rozando el infinito a lo Buzzlightyear. Te lo pongo facilito. Tendrás con tu fotógrafo de bodas una comunicación constante. Sí, conmigo. Estoy al otro lado del mensaje si lo necesitas. Si tienes dudas, ahí tienes la calidad de mis fotos de boda y mis reseñas (que me sacan los colores, no te voy a engañar. Y no, a cambio no he tenido que sobornarlos. Demasiados jamones serían.)
La sinceridad, el compromiso y la comunicación son esenciales para este fotógrafo de bodas. Sin dobleces ni medias tintas. No te venderé nada que no quieras ni necesites. Y te hablaré como hablo a mis amigos, y te ayudaré como si fueras de mi familia. Porque en esta sociedad se ha olvidado lo que es ser buena persona y tratar a las personas con respeto, entender los momentos y las situaciones sin que nos tengan que hacer un mapa conceptual para explicar los nervios que tiene cualquiera que se va a casar. Sin importar lo especial que te creas como fotógrafo de bodas. Y te cuento que me voy a partir la cara para que disfrutes de tu boda sin tener que preocuparte por nada más. Así de loco estoy. Hay que quererme así.
Porque si algo es una boda es emoción, sin más. Desde las tuyas hasta la emoción de tu primo segundo que le aburren las bodas, eso también son emociones, aunque te haga menos gracia. Las flores, el menú, la finca… Todo eso pasará y con el paso del tiempo lo que queda dentro son las emociones vividas. Tan intensas como si estuvieras en Gran Hermano y, créeme, no quiero perderme ni una sola emoción de tu boda. y todo eso tiene que estar reflejando por un buen fotógrafo de bodas. Esta es la adrenalina que motiva las lentes de mi cámara.
Lo principal y más importante para elegir vuestro fotógrafo de bodas es la conexión, como una buena fibra de internet. Tener una buena relación y un clima chulo, tanto durante las llamadas como en vuestras reuniones.
Nadie estamos acostumbrados a que nos persigan cual paparazzi cámara en mano. A eso hay que sumarle el día lleno de emociones, nervios… y si le añadimos falta de confianza con nuestro fotógrafo de bodas, hacemos un pan con dos ostias que quedará reflejado en las fotos. ¿Quién quiere ese desastre para su boda?
Así que, no te cortes, y comparte toda la información relevante que podáis, sobre vosotros y sobre la boda. Que os entiendan y comprendan que tenéis en la cabeza. Lo importante es crear ese clima de confianza que ayude a que disfrutéis y todo fluya como el aire a través del junto hueco. ¡Melena al viento y a vivir el momento!
